La formación magenta fue el primer partido que hizo públicas las nóminas de sus diputados

Todo empezó con UPyD

Gracias a la publicación de las nóminas de los diputados de UPyD, la de Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán, Álvaro Anchuelo, Irene Lozano y Toni Cantó, empezamos a conocer qué cobraban exactamente los diputados del Congreso


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Ahora que está en horas bajas el partido político Unión Progreso y Democracia; Ahora que dejará de tener grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados por sus pésimos resultados el pasado domingo; Ahora que ya no percibirá 400.000 euros al año de subvención por su éxito en las elecciones de 2011; Ahora que lleva meses con un ERE colectivo a sus espaldas que redujo la plantilla de 53 a 13 personas; Ahora que sus eurodiputados siguen a la greña; Ahora que se ha retirado de todas las causas judiciales en las que estaba para intentar meter en la cárcel a unos cuantos canallas y recuperar el dinero de muchos españoles; Ahora que la afiliación viene desplomándose desde hace meses; Ahora es el momento de volver a decir que todo empezó con UPyD.


Sueldos Públicos nació en marzo de 2012. Es un proyecto humilde, de denuncia pública que jamás ha aspirado a ser objetivo. Hemos sido lo suficientemente puñeteros con muchos políticos y con los partidos para sufrir un ataque informático como el de febrero de 2013. Se nos fueron al traste más de 400 noticias. Tuvimos claro que la base de datos sería imposible de mantener y nos conformamos con seguir escribiendo noticias sobre salarios, gasto público y transparencia.


UPyD


Gracias a la publicación de las nóminas de los diputados de UPyD, la de Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán, Álvaro Anchuelo, Irene Lozano y Toni Cantó, empezamos a conocer qué cobraban exactamente los diputados del Congreso, cómo se sumaban los complementos, las retenciones que tenían y el sueldo neto. Gracias a esos documentos, con calculadora en mano, pudimos informar del salario de decenas de diputados. Algunos incluso nos facilitaron una copia de su nómina o el certificado de retenciones. Solo UPyD contestaba a nuestros correos, nos devolvía cuestionarios con las respuestas o nos facilitaba el documento que demostraba el sueldo del eurodiputado Francisco Sosa Wagner. Todo esto ya no sirve para nada.


Gracias a UPyD, sabemos que se puede ser transparente con un poco de esfuerzo y sacar un 10 en esta materia. Gracias a UPyD sabemos que se puede informar de las cuentas del partido, de los gastos, partida por partida, mucho antes de que lo hicieran Podemos o Ciudadanos. Fue UPyD el primer partido estatal que puso en la agenda un buen puñado de temas incomodísimos para el PP y el PSOE: la reforma de la Constitución, la reforma de la Ley Electoral, la reforma del Poder Judicial para garantizar su independencia, la supresión de organismos superfluos, la eliminación del aforamiento, la revisión de privilegios de la clase política, la competencia estatal en materia de sanidad y educación, la puesta en marcha de una Ley de Transparencia de verdad, no el simulacro que tenemos ahora, o una pirámide de los sueldos públicos que establezca unos criterios claros para que nadie cobre más que el presidente del Gobierno. Y por encima de todo, la igualdad de todos los españoles ante la ley, independientemente del lugar en el que vivan y la defensa de la nación bajo el marco de un estado federal.


En suma, pueden parecer ideas básicas o de sentido común para muchos. Para otros, no son más que una aberración y una vuelta atrás, una recentralización del Estado y un ataque contra algunos territorios históricos. Con todo, la combinación de ideas socialdemócratas y liberales se había convertido a mitad de la legislatura pasada en una buena fórmula para soltar un guantazo al PP, al PSOE, a Izquierda Unida y a los nacionalistas. Es una lástima que la antropofagia de algunos dirigentes, como pasa en todos los partidos, haya echado por la borda un proyecto que, a todas luces, inició una nueva etapa en España.


Ahora que parece que no es necesario que los políticos lean a Kant, como hemos oído durante esta precampaña electoral, a lo mejor es preciso que, al menos, conozcan ¿Qué es la Ilustración? y Sobre la paz perpetua. Nadie está en condiciones de exigir una comprensión sobre la Crítica de la Razón Pura. Pero sí deberíamos reflexionar sobre el grado de madurez que ha alcanzado la democracia española y los ciudadanos que viven y pagan impuestos en el Estado Autonómico. Para Kant, la Ilustración no es más que “la salida del hombre de la minoría de edad causada por él mismo”. El partido magenta intentó acelerar la madurez de la deficiente democracia española. Hacerla crecer, ser adulta e íntegra. La ristra de errores propios y divisiones internas desfiguraron la hoja de ruta.


UPyD empezó un camino que otros han copiado de otra manera. Cada uno con su estilo. El camino de la transparencia es el que nos conduce a alcanzar los parámetros de un país “normal” en Europa. Todavía no lo hemos conseguido. Una cosa es evidente. La situación actual del partido que fundó, entre otros, Rosa Díez, demuestra que la política puede sacar lo peor del ser humano. Al final, es lo más visible para los medios de comunicación. Una lástima.