Casi el 40% de los contribuyentes en 2009 era 'mileurista'
Otro 36,5% de los contribuyentes cuenta con una base imponible entre los 18.000 y los 51.000 euros, mientras que hasta los 600.000 euros se concentra otro 5,5% de los contribuyentes.
Así lo refleja la Memoria de la Administración Tributaria 2010, en la que se ofrecen datos correspondientes a la declaración de la renta del ejercicio 2009.
El documento explica que para la mayor parte de los contribuyentes, el importe global de las rentas obtenidas en el ejercicio es equivalente a la cuantía total de la base imponible, y que sólo se producen diferencias en los rendimientos de capital mobiliario a integrar en la base imponible del ahorro.
La participación total de los rendimientos del trabajo en la base imponible en el ejercicio 2009, una vez aplicadas las reducciones establecidas, se redujo un 0,3% respecto a 2008, hasta el 80,5%.
Por tramos, las rentas del trabajo supusieron más del 80% de la base imponible para los contribuyentes que declararon hasta 72.000 euros, con la excepción de las bases entre 12.000 y 18.000 euros, en las que los rendimientos del trabajo tuvieron una aportación del 76,8%.
Si bien, el punto máximo de esta contribución se encuentra en el tramo de entre 30.000 y 36.000 euros, en el que el peso de los rendimientos del trabajo alcanzó el 88,4%. Desde punto, el peso relativo de las rentas del trabajo fue decreciendo de manera sistemática y gradualmente hasta representar sólo el 30,6% de la base imponible, la participación mínima de toda la distribución, para aquellos contribuyentes con más de 600.000 euros.