Dos ministros del actual Gabinete de Pedro Sánchez ya salieron del armario hace años

​Sueldos públicos con mucho orgullo

La orientación sexual de los políticos en España, entre la normalidad, el respeto y la reivindicación para este 28J


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, Este miércoles, 28 de junio, se ha celebrado en todo el mundo ‘libre’ el Día Internacional del Orgullo LGTBI. Una jornada festiva para algunos con la finalidad de reivindicar los derechos de las personas homosexuales, que todavía siguen sufriendo en la actualidad discriminación y desigualdades, en decenas de países. En la política de nuestro país, que también intenta ser un reflejo de la sociedad, se ha demostrado progresivamente, con naturalidad, la diversidad sexual de cada uno. Normalidad, respeto y reivindicación observamos estos días en las cuentas de los partidos políticos y sus cargos electos. Algunas omisiones, otros oportunistas, postureo, pero también mensajes sinceros y de apoyo.


No siempre fue tan visible ser gay. No siempre fue tan fácil ser lesbiana. No lo es al sur del Estrecho de Gibraltar, tampoco en miles de colegios, municipios o en familias cercanas en España, donde el clima opresor y de humillación constante dejan al borde de la depresión a miles de personas. Sin embargo, los menores oprimidos por su orientación sexual de hoy pueden ser nuestros representantes políticos dentro de 10, 15 o 20 años. Te contamos algunos ejemplos actuales. España tiene mucho camino todavía por recorrer: un presidente del Gobierno mujer, gay o lesbiana, incluso trans, negro, de origen chino o gitano, por ejemplo.


Bandera Orgullo


Fernando Grande-Marlaska se convirtió hace cinco años, en junio de 2018, en el primer ministro abiertamente homosexual y casado. Lo hizo en el momento en que recogió la cartera del Ministerio del Interior que conserva en la actualidad. Un hecho histórico porque era la primera vez que ocurría en 40 años de democracia. Su vinculación a la política llegó en ese año, antes había desarrollado su trayectoria como juez desde el año 1987. Tras cinco años ingresando sueldos públicos y ocupando el mismo cargo, ingresó 90.551 euros brutos en 2022, incluidos 11 trienios de antigüedad, según el Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado. En 2023, un ministro cobra 6.618 euros al mes. En varias ocasiones, la oposición ha pedido su dimisión por distintas polémicas.


Sin embargo, en la actualidad no es el único cargo en el Gobierno español que reconoce su orientación sexual. Pedro Sánchez dibujó en su momento un Ejecutivo con diversidad y que tratara de representar a la sociedad. El actual Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, es uno de los políticos que nunca ha ocultado su condición sexual. La desveló el 12 octubre de 1999 justo antes de unas elecciones. Y es que lleva 36 años ligado a la política, toda una vida, desde su primer cargo como concejal del Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat, pasando por gabinetes de la Presidencia del Gobierno, por el Parlament de Cataluña y hasta los siete meses que estuvo como ministro de Política Territorial y Función Pública en 2021. El año pasado cobró 77.478 euros.


Seguir hablando del Gobierno conformado por Sánchez es contar con representantes y activistas del colectivo LGTBI como es el caso de Francisco Polo, que ya formaba parte del PSOE. En esta época, ocupó el cargo durante dos años, de junio de 2018 a enero de 2020, en la Secretaría de Estado para el Avance Digital y en el que llegó a ingresar 112.388 euros en el año 2019. De esta cantidad, 35.000 corresponden a un complemento de productividad, como ya te contamos en este digital. Antes de cesar su cargo, en enero de 2020, ingresó en ocho días laborables, 4.741 euros. Después, entre 2020 y 2023, fue Alto Comisionado para España Nación Emprendedora.


Uno de los casos más conocidos en la bancada ‘popular’ es el de su portavoz en el Senado, Javier Maroto. El propio Mariano Rajoy y la cúpula del partido entonces asistió a su boda. Sin ir más lejos, en febrero de 2020 recordamos su retribución en la Cámara Alta: unos 7.000 euros brutos y casi 2.000 libres de impuestos mensuales, además del sueldo que su grupo parlamentario le paga. En 2021 fueron unos 23.000 euros, según la declaración de bienes y rentas publicada. En 2023 y hasta la reciente disolución de las dos cámaras legislativas, con los incrementos salariales aprobados por el Senado, su retribución, en teoría, debería haber sido superior, pero dejó de cobrar el complemento de portavoz de comisión (1.180 euros al mes), aunque lo ha sido durante cinco días en mayo. Este mismo miércoles, el PP ha dado a conocer lo que le pagó a Alberto Núñez Feijóo como presidente del partido, 39.260 euros el año pasado, en calidad de 'gastos de representación', una cantidad alejada de los 200.000 que le pagó la formación a Rajoy en 2011.


Pero también hay casos declarados en Vox. Sin ir más lejos, su concejal el Ayuntamiento de Burjassot (Valencia), José Vicente Aguilar. El mismo que anunció públicamente, hace dos años, que era homosexual en la celebración de un pleno. Según él, lo hizo para defenderse de las acusaciones de homofóbo y racista hacia su formación por parte de la oposición. “Le invito a mi casa un día a que conozca usted a mi pareja y luego debata usted sobre mi condición sexual”, fueron sus palabras. Como concejal y portavoz de la formación en la localidad podría haber percibido un salario de en torno a los 40.000 euros.


Los últimos comicios del 28M hicieron famoso a un pueblo de menos de 500 habitantes: Carcelén, Albacete. Y precisamente fue por su candidato, y ahora ya elegido alcalde, Antonio Moreno y su historial laboral. Es gay y había trabajado como actor porno. No ha tenido recorrido en política. Con el escaso tamaño del municipio, Moreno no podrá vivir de la política.


¿Pasa lo mismo con las mujeres lesbianas?

Con estos casos, sigue presente una cuestión y es si existe la invisibilidad para las mujeres lesbianas y bisexuales en todos los ámbitos, y especialmente en la política. La presencia de hombres gays es evidente, como los que hemos comentado. Pero, en el caso de ellas, es más difícil. “Ser lesbiana en política nunca ha sido lo mismo que ser gay. Se ve con otros ojos” fue lo que dijo Beatriz Gimeno, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid.


Uno de los ejemplos más mediáticos fue el de la exalcaldesa de Barcelona y actual concejal de la Ciudad Condal, Ada Colau. En diciembre de 2017 reconoció su bisexualidad en un programa de televisión. Estaba cobrando 100.000 euros anuales, aunque Barcelona en Comú le limitaba en sueldo a 3.340 euros netos al mes. Como concejal de la oposición podrá ingresar unos 92.600 euros anuales.


Pilar Lima, que se presentaba como candidata de Unides Podem a la alcaldía de Valencia en las anteriores elecciones del 28 de mayo, es uno de los casos más sonados recientemente. Y precisamente se hizo más eco por una polémica burla que se le hizo desde un programa de televisión. “Eres la alcaldesa que necesita Valencia: una mujer sorda, bollera, feminista, valiente... que no se va a poner de perfil”, así es tal y como la describió la ministra de Igualdad, Irene Montero. Lima fue senadora entre 2015 y 2019 y en esta última legislatura, diputada autonómica en las Cortes Valencianas, con un sueldo de unos 65.000 euros anuales. Su partido no consiguió ningún concejal en la tercera capital de España ni en el parlamento autonómico. El 10 de junio dimitió de sus cargos en la formación ‘morada’.


Estos son solo algunos ejemplos de cargos electos que han declarado abiertamente su condición sexual. Es evidente que hay muchos más, pero no lo desvelan públicamente, ya sea a través de sus redes sociales o en los medios de comunicación, porque creen que es algo que pertenece a su privacidad. Sin embargo, su entorno más cercano sí está al tanto de ello.