Desmentido: un soldado español de tropa no cobra 1.600 euros netos mensuales
El jefe Mayor de Estado Mayor de la Defensa es el almirante general Teodoro E. López Calderón y percibió unos 146.000 euros brutos en 2024 incluidos 16 trienios de antigüedad
El debate sobre la remuneración de las Fuerzas Armadas ha estallado tras la celebración del Día de la Fiesta Nacional, forzando a las asociaciones profesionales a desmentir categóricamente que el sueldo de un soldado o marinero se sitúe en los 1.600 euros netos mensuales, tal y como apareció en varios de comunicación. La realidad salarial de la Tropa y Marinería en la Península, según ha aclarado la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) en un comunicado se sitúa en torno a los 1.300 euros netos mensuales como norma general (1.328 en la imagen inferior), una cifra que evidencia la urgencia de una actualización completa del Reglamento de Retribuciones de 2005 ante el constante descenso en la captación de efectivos. Hace un mes publicamos que un grupo de militares españoles pide cobrar 600 euros más al mes, aunque desde febrero su sueldo se incrementó en 200 euros
Si comparamos, el jefe Mayor de Estado Mayor de la Defensa es el almirante general Teodoro E. López Calderón y cobró unos 146.000 euros brutos en 2024, incluidos 16 trienios de antigüedad y el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de ejército Amador Enseñat, más de 116.000 euros, con 14 trienios, según el Portal de la Transparencia de la Administración General del Estado.
Ejército de Tierra (DECET).
El incremento salarial mencionado a principios de año y un 0,5% adicional para empleados públicos, ha tenido un efecto real "significativamente menor" en el bolsillo de los militares de la escala más baja. La subida ha provocado un aumento en el porcentaje de IRPF retenido, absorbiendo parte del incremento neto. Las retribuciones fijas de un soldado se componen de un Sueldo Base de 720,49 euros, un Complemento de Empleo de 366,76 euros y el Componente General del Complemento Específico de 383,37 euros.
La brecha salarial se dispara por la asignación discrecional y la falta de compensación por la dedicación y el riesgo. Complementos esenciales como el de Dedicación Especial (CDE) son asignados de forma "aleatoria y discrecional" en la mayoría de las unidades, quedando a criterio del mando y pudiendo ser retirados por bajas o sanciones. Además, solo el personal con compromiso de larga duración comienza a percibir 21,57 euros brutos por trienio a partir del sexto año de servicio.
Nómina de septiembre de 2025 facilitada por la Asociación.
La situación se agrava por la nula compensación por la disponibilidad permanente, los servicios o las maniobras. La cantidad que reciben por maniobras no constituye un pago por horas extras, sino simplemente la diferencia en la dieta de comida gastada por la unidad, resultando en un ingreso final mínimo o nulo. Especialmente "indignante" es el caso de las dietas por comisión de servicio, que siguen congeladas desde 2002: un militar de Tropa recibe solo 77,13 euros diarios (48,92 euros para alojamiento y 28,21 euros para manutención), una cifra que, en la mayoría de los casos, obliga al personal a usar su propio dinero para cubrir un alojamiento y una alimentación dignos.
Opacidad
La Asociación ha puesto el foco en la opacidad que rodea una partida presupuestaria clave. Tras la aprobación del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, dotado con 10.471 millones de euros solo para 2025, se asignaron específicamente 679 millones de euros a la partida de "aumento de las retribuciones del personal y el incremento de efectivos".
A pesar de las peticiones reiteradas al Ministerio de Defensa, no se ha obtenido el desglose de estos fondos. ATME califica de "profundamente indignante" que, mientras los anuncios públicos se centran en la adquisición de armamento de alta tecnología, se mantenga la opacidad sobre el dinero destinado a la mejora de las condiciones de vida de los soldados. El colectivo subraya así la "clara descompensación" entre la ambición tecnológica de la Defensa y la prioridad real hacia el factor humano, que sigue siendo el servidor público peor retribuido del país