El peor consejero de Educación de la historia, José Antonio Rovira, ya se ha gastado más de 11.968 euros de nuestros impuestos en comidas y cenas. Invitando a personas que no sabemos quiénes son en bares, restaurantes, y marisquerías. Mientras tanto, algunos profesores tienen que pagar el material escolar de su bolsillo.

Sin publicar las facturas en el portal de transparencia. Sin que constan reuniones en la agenda oficial. Y todo esto mientras cobra un sueldo de 85.000 euros anuales.

PP y Vox quieren cambiar la ley para esconder esta información. Por eso desde Compromís basura públicos los 84 tiques que demuestran como los amigos de Mazón utilizan la Generalitat como su cajero automático en lugar de mejorar la vida de los valencianos y valencianas.

Son palabras textuales de la página web habilitada por la formación valencianista Compromís. 

El consejero de Educación de la Generalitat Valenciana, José Antonio Rovira, está en el ojo del huracán tras la información de este partido político que lo acusa de haber gastado 11.968 euros de dinero público en "restaurantes y marisquerías" durante sus primeros veinte meses en el cargo. La coalición valencianista, que ha accedido a 84 facturas –38 de ellas correspondientes a cenas–, califica estos gastos como una "gira gastronómica" y exige explicaciones.

José Antonio Rovira.

Joan Baldoví, portavoz de Compromís en las Cortes Valencianas, detalló en rueda de prensa esta semana, acompañado por los diputados Gerard Fullana y Verònica Ruiz, que algunos de estos encuentros culinarios se extendieron hasta altas horas de la madrugada o incluso tuvieron lugar en domingo, con tiques que "suman 700 euros". Baldoví criticó duramente la situación, afirmando que "no se puede justificar una cena de trabajo un domingo por la noche" y tildando a Rovira de "consejero caradura que se piensa que la Generalitat es su cajero automático".

¿Recuerdas qué otro alcalde valenciano usaba el ayuntamiento como su particular cajero automático?

 Además, Compromís cuestiona la naturaleza de estas supuestas reuniones de trabajo, ya que las facturas no detallan el motivo ni los asistentes, generando dudas sobre la justificación de estos desembolsos. Rovira cobra 68.297 euros brutos anuales en 12 pagas. Además, como es originario de Alicante, percibe una indemnización por residencia de 9.561 euros al año para pernoctar en Valencia ciudad. Como es funcionario, ingresa 6.759 euros en concepto de trienios de antigüedad. En total, 84.618 euros, según datos del portal GVA Oberta.

La coalición ha logrado obtener estas facturas a través de peticiones parlamentarias de documentación, dado que no se encontraban disponibles en el Portal de Transparencia de la Generalitat GVA Oberta. Como medida de presión y para hacer pública la información, Compromís ha lanzado la web roviraleaks.compromis.net. Esta denuncia se produce en un contexto de supuesta falta de transparencia, ya que, según Baldoví, su formación también ha solicitado sin éxito las facturas del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, lo que dificulta la labor de control de la oposición. Mazón cobra 80.173 euros y 11.224 euros en concepto de indemnización.

Por su parte, la diputada Verònica Ruiz ha lamentado la ausencia del consejero en actos relevantes del sector cultural, criticando que "mientras los artistas denuncian precariedad y falta de interlocución, el consejero sigue gastando en restaurantes con dinero de todos". El uso del verbo "sigue" no es casual: elDiario.es ya publicó en enero de 2024 que Rovira gastó 3.000 euros de caja fija en comidas y cenas grupales durante sus primeros tres meses en el cargo (agosto-octubre de 2023), encuentros que aparecían como "comida de trabajo" sin mayor concreción en su agenda de transparencia.

La respuesta de Camarero

La vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero, ha defendido los gastos de caja fija de la Generalitat, asegurando que son un "sistema transparente que viene dado de legislaturas anteriores" y que han sido utilizados por todos los gobiernos. Sus declaraciones surgen como respuesta a las críticas del PSPV y Compromís sobre supuestas "comilonas" del presidente Mazón y la denuncia de Compromís sobre el gasto de 11.968 euros del conseller Rovira, en 84 comidas y cenas en restaurantes de lujo.

Camarero ha replicado directamente a Compromís, afirmando: "Yo también me puedo sorprender de que el señor de Compromís gastase 3.000 euros en un viaje para ver un partido de fútbol". Con esto, la portavoz del Consell ha intentado desviar la atención y contextualizar los gastos denunciados por la oposición. La controversia se centra en si las comidas y cenas de Rovira, descritas como "reuniones de trabajo", son justificables. Camarero cobra 68.297 euros anuales.

Cabe recordar que Mazón también encuentra en el centro de la polémica tras revelarse que una comida de 853 euros en el restaurante Michelin L'Escaleta de Cocentaina, en la provincia de Valencia el 1 de noviembre de 2023, fue pagada dos veces. El error, que resultó en la devolución del dinero por parte del establecimiento, fue destapado por elDiario.es y se refleja en un apunte negativo en el portal de transparencia de la Generalitat.

Este incidente ha puesto el foco en los hábitos culinarios del president y su equipo. El análisis de los gastos de caja fija, destinados a "reuniones, conferencias y celebraciones", muestra una marcada preferencia por restaurantes de renombre en Valencia y Alicante para sus encuentros de trabajo. Entre los establecimientos frecuentados a costa del erario figuran conocidos locales como Nou Manolín, Maestral y La Sastrería. En total, Mazón gastó 36.077 euros de este apartado en sus primeros seis meses de 2023 y a lo largo de 2024, según adelantó ElDiario.es. A pesar de que la Generalitat detalla estos gastos en su portal de transparencia 'GVA Oberta', se ha señalado la ausencia de un tique específico del restaurante El Ventorro, correspondiente a una comida del 29 de octubre. Mazón ha aclarado que ese ágape con una periodista fue abonado por el PP autonómico, al actuar ese día como líder del partido y no como president de la Generalitat.