De nada sirve ser académico, catedrático o presidente de un foro de opinión o de un instituto universitario si tu trabajo como concejal se empaña por una suspensión de militancia temporal tras abrirse una investigación por la adjudicación irregular de contratos. El prestigio profesional y político conseguido con esfuerzo durante décadas de formación y renuncias se diluye rápidamente. Y más, si la decisión viene ‘de arriba’. En esas estamos y el protagonista es una formación política joven que, en teoría, venía a aportar sabia nueva y más transparencia a la política española.

Vox ha decidido expulsar cautelarmente a Juan Manuel Badenas, su portavoz municipal en el Ayuntamiento de Valencia, tras la apertura de una investigación interna por presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos públicos. "Ha sido suspendido de militancia y de la portavocía", explicó el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster. La decisión llega pocos días después de que el secretario general del partido, Ignacio Garriga, ordenara el inicio del expediente disciplinario para esclarecer su papel en la concesión de un contrato de 129.000 euros a la empresa Imedes desde la Fundación Activa Valencia, organismo municipal que dirige como edil de Empleo.

Juan Manuel Badenas.

El expediente interno se activó tras la publicación de una investigación en el medio The Objective, que reveló que documentos previos a la licitación del contrato contenían metadatos que apuntaban a la intervención de un empleado de Imedes, Javier Cebrián, quien es esposo de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé (PSOE). Desde la empresa adjudicataria, aseguran que su participación fue legítima y denuncian haber sido utilizados en una disputa política dentro del Ayuntamiento.

Otro punto clave de la investigación es la existencia de audios en los que Badenas, en una reunión con otros miembros de Vox, habla de la necesidad de excluir a medios de comunicación no afines al partido en la difusión de campañas publicitarias municipales. En esas mismas grabaciones, también se le escucha criticar al exvicepresidente de Vox en la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, aumentando la tensión dentro de la formación de extrema derecha.

Pese a la expulsión del partido, Badenas seguirá percibiendo su salario público de 91.288 euros brutos anuales con dedicación exclusiva, ya que no renuncia al acta. Su pareja, la también concejal de Vox, Cecilia Herrero, mantiene su puesto en el consistorio con un sueldo de 82.976 euros, también con dedicación exclusiva. Entre los dos, más de 174.000 euros en 2025. Una de las primeras decisiones de Badenas tras conocer la publicación de los audios mencionados fue ordenar la destitución de su jefa de Prensa, Belén Bordils, que tenía una retribución asignada como personal eventual de 64.266 euros.

El gobierno municipal de València, liderado por María José Catalá, ha decidido abordar la situación con cautela. Su portavoz, Juan Carlos Caballero, ha afirmado que se está negociando con Vox cómo trasladar la decisión de la expulsión de Badenas al ámbito institucional. De momento, descartan la ruptura de la coalición y apuestan por gestionar la crisis "con rigor y sosiego", sin tomar medidas drásticas hasta que haya una resolución definitiva sobre el caso. Se espera un informe oficial.

Esta situación ha generado indignación entre la oposición, que considera insostenible que un edil investigado por presuntos delitos de tráfico de influencias, fraude y prevaricación continúe cobrando con normalidad del erario público. La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha calificado el caso como "una grave crisis de gobierno" y ha pedido a Catalá que rompa su alianza con Vox.

Desde el PSPV-PSOE, Borja Sanjuán ha advertido que la alcaldesa debe decidir si mantiene en el gobierno a un concejal que ni siquiera su propio partido considera digno de seguir en sus filas. Mientras tanto, el consistorio sigue sumido en la incertidumbre, con un socio de gobierno en crisis y la posibilidad de que Catalá deba afrontar una legislatura en minoría.

Juan Manuel Badenas Carpio, académico de la Real Academia de Ciencias de Ultramar de Bélgica, catedrático de Derecho Civil y doctor en Derecho, ha desarrollado una extensa trayectoria en diversas áreas del derecho y la estrategia institucional. Es presidente del Foro de Opinión Cívico de la Comunidad Valenciana, miembro del Consejo Asesor de Cremades & Calvo-Sotelo Abogados y presidente del Instituto Interuniversitario para la Calidad y las Buenas Prácticas (ICBP). También es especialista en responsabilidad civil, contratación civil y mercantil, arbitraje internacional, comercio electrónico y sucesiones. Además, ha sido profesor invitado en diversas universidades extranjeras y es autor de más de setenta publicaciones, incluyendo diez libros individuales.