Reflexiones sobre los 100 primeros días de Sueldos Públicos

Lo fácil nunca es suficiente

La semana pasada cumplimos tres meses de aventura. Hoy, superados con creces los 10.000 seguidores en Twitter y los 1.200 ‘me gusta’ en Facebook queremos reflexionar.

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El título de este artículo parece el nombre de una película de James Bond. ¿Os acordáis de El mundo nunca es suficiente en la que un magnate de la prensa intenta hacerse con el control del mundo? En Sueldos Públicos no pretendemos, ni por asomo, reproducir las barbaridades que cuenta el guión de la película. Pero, por el contrario sí queremos y así lo estamos haciendo desde el 28 de marzo, remover las conciencias de la casta política española, de los contribuyentes, de los periodistas y de los líderes de opinión. En definitiva, de todos los ciudadanos. En evidente que somos una hormiga en medio de la jungla mediática, esquilmada por la crisis y por un modelo productivo que tiene los días contados.

La semana pasada cumplimos tres meses de aventura. Hoy, superados con creces los 10.000 seguidores en Twitter y los 1.200 ‘me gusta’ en Facebook queremos reflexionar.

Jamás hubiéramos pensado alcanzar esta cifra redonda tan temprano. Es más, en un principio ese era el objetivo para el mes de septiembre. Y eso que al escribir estas líneas ya superamos los 10.400. Con todo, al comparar, las cifras son modestas aunque tenemos más seguidores que otros digitales generalistas con más medios y que están en el mercado mucho antes que nosotros. No jugamos en la misma división, evidentemente. Tampoco Twitter nos da de comer, pero sí amplifica el eco de nuestras informaciones. Es nuestro pregonero 2.0.

Sueldos Públicos es un proyecto humilde que nace sin deudas, con voluntad y entusiasmo. Pretendemos hacernos un hueco en el mercado publicitario para rentabilizar el proyecto lo antes posible. No somos una ONG. No recibimos subvenciones de partidos políticos ni de instituciones públicas. Al menos, por el momento. Nuestras cifras de audiencia, aunque valiosas, siguen siendo escasas en comparación con el resto de digitales. Es cierto que acabamos de empezar. Parece como que lo hecho hasta ahora ha sido un camino de rosas, como que ha sido fácil llegar hasta aquí. Pero lo fácil no es suficiente. Nunca lo ha sido, al menos para los que no tenemos padrinos en el mundo de la comunicación.

A finales de junio alcanzamos las 203.000 páginas vistas en el último mes. Necesitamos 100.000 al día. Hemos superado los 50.000 usuarios únicos. Si eres un lector con ideas, escríbenos, necesitamos más cerebros altruistas, más ojos, más sentido común, más visión, más estrategia, más luz. Cualquier detalle, matiz, propuesta o plan que se te ocurra nos ayudará. No sé si podremos ponerlo en marcha, pero al menos te escucharemos. Nuestra redacción no es un pulpo y tenemos la capacidad limitada.

No tenemos recursos para publicitarnos en los otros medios de comunicación. Nuestras herramientas, gratuitas a la vez que fabulosas, son las redes sociales. En concreto, Twitter y Facebook. Así, hemos podido establecer, porque es de cajón, un perfil de lector que está relacionado con las nuevas tecnologías; que usa las redes sociales con frecuencia; que dispone de aparatos móviles para conectarse a Internet a cualquier hora del día; que está informado; que consume noticias de la sección de política; que un alto porcentaje tiene estudios superiores; que independientemente del partido al que vote nos sigue, nos lee y nos retwittea; que está cabreado con el sistema; que está muy quemado con la clase política; que se escandaliza al ver los sueldos públicos de nuestras noticias y que nos da ánimos para seguir adelante con nuestro trabajo. A veces pienso que los ánimos no son suficientes, aunque sí muy reconfortantes.

Nos siguen algunos políticos a título personal y algunos partidos políticos tanto a nivel nacional como regional y local. Pero no basta. Desde el primer día invitamos a los cargos electos a facilitar los datos sobre sus retribuciones. La colaboración no es sistemática, por lo general.

Con tres meses de andadura, nos hemos dado cuenta de que uno de los males de este país es la práctica viciada de convertirse en político profesional sin tener experiencia alguna en otro trabajo previo, ya sea en la empresa privada o como funcionario. Y una de los orígenes de este cáncer son las secciones juveniles de los partidos, que permiten aglutinar a los militantes durante los años de universidad para dar el salto a una concejalía como poco más de 22 o 23 años. Si a eso le sumas que no existe limitación de mandatos, es normal que generemos cargos públicos que con 45 años lleven subidos en el coche oficial 20.

Tiempo habrá para analizar por qué algunos cargos del poder Ejecutivo de la Administración General del Estado tienen esos sueldos tan bajos respecto de las salvajes retribuciones interplanetarias de alcaldes y concejales de municipios medianos. En verdad, el sueldo del presidente del Gobierno está mal pagado y debería subirse. Pero no es tiempo de eso. Nadie lo aceptaría. Es más, la única legitimidad para pedir esfuerzos a los demás es predicar con el ejemplo. Durante estos años de sacrificios, Rajoy debería percibir una cantidad simbólica o directamente, no cobrar. La decisión es fácil. Pero lo fácil nunca es suficiente.

Ya termino. Hemos puesto en marcha Sueldos Públicos para oxigenar la democracia española, humildemente, claro está. Jamás hemos pretendido ser objetivos. Sí honestos y con sentido común. La objetividad no existe. Afirmar lo contrario es gratuito y fácil. Pero lo fácil nunca es suficiente. Hemos creado una marca en poco tiempo que tiene que crecer muchísimo más. Pero desconocemos el futuro. Si tuviéramos detalles de su contenido, todo sería mucho más sencillo, pero incluso así, el futuro tampoco bastaría.

El monumental Camino de Servidumbre de Hayek no es más que una senda de incertidumbre por el que las personas caminan y labran su porvenir, lleno de inseguridades, sacrificios, amarguras y alegrías, eso sí, sin el yugo del Estado, o al menos, con uno más ligero. Lo fácil es avanzar, movido por la inercia. Lo difícil, continuar caminando pese a las caídas. Sueldos Públicos lo hace, pero andar tampoco es suficiente.