Ser embajador sin ser diplomático, sin sueldo y como voluntario: una realidad posible en una ciudad española
El nombramiento como Ambassador, además de ser un reconocimiento honorífico, destaca trayectorias profesionales con proyección internacional y una fuerte conexión con la ciudad
Imagina que te eligen voluntario para potenciar las virtudes y ventajas de vivir en tu ciudad en calidad de ambassador (embajador). Te escogen por tu currículum, experiencia, formación y contactos y debes ‘vender’ el lugar como un destino propicio para hacer negocios e invertir por su ubicación; como enclave logístico de excelencia con alcance y conectividad; con una economía dinámica impulsada por sectores clave; con innovación, diseño y sostenibilidad reconocidos; con talento cualificado preparado para innovar; con un ecosistema colaborativo y abierto a la inversión global; como centro de innovación a la vanguardia internacional; con un hub internacional consolidado con alto componente tecnológico; con instituciones comprometidas con el crecimiento empresarial; y con una calidad de vida excepcional en una ciudad saludable y abierta.
Eso sí, no vas a cobrar ni un euro por ello. Esta iniciativa, que no conlleva remuneración, es completamente voluntaria y busca construir una red sólida de embajadores comprometidos con el desarrollo y proyección de la ciudad en el ámbito global. El nombramiento como ambassador, además de ser un reconocimiento honorífico, destaca trayectorias profesionales con proyección internacional y una fuerte conexión con la ciudad. “Estos embajadores representan el orgullo valenciano y son fundamentales para dar visibilidad a nuestras fortalezas y atraer oportunidades en sus respectivos sectores”, señala la concejala de Turismo, Innovación, Agenda Digital y Captación de Inversiones del Ayuntamiento de Valencia, Paula Llobet, quien cobra 82.976 euros brutos anuales.
Vista parcial del segundo ensanche de Valencia.
En efecto, hablamos de Valencia, la tercera ciudad de España, con más de 800.000 habitantes y 1,6 millones sumando el área metropolitana. El primer puerto de mercancías de España y el cuarto de Europa. Es Capital Verde Europea en 2024 y ha vuelto a conseguir la primera posición como mejor ciudad del mundo para vivir, según la revista Forbes. En este sentido, la oficina Invest in València, promovida por el Ayuntamiento de Valencia y la Cámara de Comercio, ha presentado esta semana el programa València Ambassadors. La iniciativa busca posicionar a la ciudad como un referente en inversión, innovación y turismo mediante una red de destacados profesionales y académicos con vínculos con la capital valenciana.
“El objetivo del programa es movilizar el talento y la influencia de estos profesionales para atraer inversiones, colaboraciones académicas y aumentar la visibilidad global de Valencia”, explicó Llobet. En suma, este proyecto refuerza la visión de Valencia como un centro estratégico para el crecimiento empresarial y la innovación.
“Esta diversidad asegura una amplia representación y una red de influencia global para promover Valencia en múltiples ámbitos”, ha destacado la edil en un comunicado consultado por Sueldos Públicos, que también ha resaltado presencia internacional de estos profesionales, en Estados Unidos (California, Boston y Nueva York), Reino Unido (Londres), Irlanda, Países Bajos, España (Madrid) y Paraguay, “lo que fortalece aún más la capacidad de Valencia para amplificar su voz en tres continentes”.
En el acto de presentación, celebrado en el Ayuntamiento, participaron los primeros embajadores, tanto de manera presencial como virtual, provenientes de sectores como aeroespacial, automoción, banca, innovación, salud, consultoría y logística. La diversidad de áreas y su presencia en países como Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, España y Paraguay amplían la influencia global del programa. Aunque en 2025 se realizarán nuevas incorporaciones al programa, entre los primeros VLC Ambassadors se encuentran:
- Enrique Alberola, Asesor senior del Banco de España y Editor Jefe del Blog del BdE;
- Christian Almenar, CEO, Monad;
- Carlos Bertomeu, Presidente, Air Nostrum;
- Marisa Coca, Accenture Partner & Managing Director;
- Rocío Esteve, Directora, California-Spain Chamber of Commerce;
- Raúl García, Director, Naviera del Mercosur;
- Victor Granero, Country Manager de CaixaBank United Kingdom Branch;
- Agustín Martín, Asesor Senior, Mormedi; Ex-presidente y director ejecutivo de Toyota (Reino Unido) PLC.
- María Marced, Consejera de Empresa & Presidenta del Consejo de Liderazgo de GSA EMEA;
- Alfredo Quijano, Cofundador & Chief Scientific Officer (CSO) de Monod Bio;
- Jose Remohí, Catedrático de la Universitat de València y Co-fundador y Co-presidente, Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI);
- Pablo Rueda, Jefe de la Oficina del Programa Óptico y Cuántico, Agencia Espacial Europea;
- Javier Soria Espin, Investigador visitante en Opportunity Insights, Departamento de Economía, Universidad de Harvard; y Doctorando en la Paris School of Economics;
- Ricardo Vinuesa, Profesor asociado, ERC CoG en el KTH Royal Institute of Technology.
El programa, sin ánimo de lucro y de carácter voluntario, ofrece a los embajadores herramientas de promoción exclusivas y acceso a eventos internacionales organizados por delegaciones valencianas. Está previsto que en 2025 se amplíe el número de integrantes, reforzando así la estrategia global de la ciudad.
Los verdaderos diplomáticos
Si nos centramos en los verdaderos requisitos para ser embajador como funcionario las cosas cambian. No es un trabajo voluntario y sí está remunerado, aunque es preciso superar un proceso largo y estudiar varios años después de terminar la universidad. El ingreso en la Carrera Diplomática en España, como funcionario y con sueldos públicos garantizados cuyas cuantías dependen de factores como la lejanía, la seguridad del destino, el clima extremo o la carestía de la vida, se realiza a través de un proceso selectivo convocado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y de Cooperación, conforme a la oferta pública de empleo y las plazas asignadas a este departamento. Los aspirantes deben cumplir requisitos básicos como ser mayores de edad, tener nacionalidad española y contar con un título universitario de licenciado, ingeniero, arquitecto o grado, según recoge la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Por ejemplo, hay embajadores españoles que cobran más de 200.000 euros brutos anuales.
El proceso consta de dos fases principales. La primera, la fase de oposición, incluye diversos ejercicios escritos y orales centrados en cultura general, idiomas, comentario de texto, entrevista personal y el desarrollo del temario oficial. Este temario abarca áreas como Derecho en sus distintas ramas, Organizaciones Internacionales, Unión Europea, Economía, Cooperación para el Desarrollo, Sociología, Historia, Relaciones Internacionales y Política Exterior. La segunda fase es un curso selectivo dirigido a los funcionarios en prácticas que superan la oposición. Este curso, de carácter práctico y potencialmente eliminatorio, combina clases y visitas formativas. Durante esta etapa, los aspirantes adquieren conocimientos y habilidades clave para desempeñar las funciones propias de la Carrera Diplomática, una vez completado el curso con éxito.