La política tiene muchas caras. Algunas sonríen y otras son una amargura constante. Y más un día después de unos comicios. Los que ganan, los que pierden, los que cumplen objetivos, los que crecen, los que se desploman, los que conservan el escaño y los que se quedan sin nada, porque desaparecen o porque nada tenían. Es el caso de SUMAR y Vox, ya que venían de no tener representación en el Parlamento de Galicia en la anterior legislatura.

Mientras unos celebran su triunfo electoral, como el candidato ‘popular’ Alfonso Rueda, y unos buenos resultados, otros tienen que resignarse a tener que dar explicaciones sobre su batacazo. De esta forma se ha vivido la jornada electoral del 18F en la que estaba en juego 75 escaños y la presidencia a la Xunta de Galicia. Los conservadores volverán a gobernar otros cuatro años más y su presidente electo mantiene el sueldo público que percibía hasta antes de las elecciones, desde mayo de 2022.

Marta Lois, en la noche electoral.

El PP de Galicia han conseguido 40 escaños, y aunque son dos menos que en 2020, son suficientes para tener el bastón de mando y alargar la hegemonía de la formación tras 15 años ininterrumpidos en el poder de la comunidad autónoma. Además, Rueda también ha aprovechado sus resultados para mandar un mensaje a Pedro Sánchez, “aquí no queremos chantajes”, fueron sus palabras.

Para él, prácticamente todo va a seguir igual. Mismo cargo, misma retribución: 88.750 euros brutos anuales, según su ficha en el Portal de Transparencia del Gobierno gallego. De esa cifra, se desprende un salario de 82.843 euros y 5.906 euros en trienios de antigüedad al ser funcionario. Por su parte, los vicepresidentes y consejeros cobran más de 72.000 euros, algunos incluso llegan a cantidades de 90.000 euros con la suma de sus respectivos trienios y otros complementos personales.

¿Cómo ha quedado la oposición?

La segunda fuerza más votada en el territorio ha sido el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) con Ana Pontón como candidata. De nuevo, se refuerza como líder de la oposición con 25 escaños en la Cámara gallega. Sin embargo, no ha habido posibilidad de formar un ‘pacto de izquierdas’, puesto que el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) de José Ramón Gómez Besteiro se ha desplomado en las urnas al lograr tan solo nueve escaños.

J.R. Besteiro, en un acto de partido.

Ahora, ambos cobrarán una nómina como diputados autonómicos, siguiendo el régimen económico que establece la misma. Pontón ya era diputada antes de enfrentarse a los comicios, por lo que ya sabe lo que es ingresar su sueldo de esta institución, además de figurar como la portavoz de su grupo. En este sentido, estaba percibiendo la asignación fija de 2.098 euros mensuales, además de 589 euros por gastos de representación y 395 euros de libre disposición.

Es decir, un total de 3.082 euros al mes. En principio, todo seguirá así. En el caso de Besteiro, al ser el líder de su formación podría asumir el cargo de portavoz, por lo que percibirá la misma remuneración que la nacionalista. En breve, todas sus señorías deberán presentar el correspondiente documento sobre la declaración de bienes y rentas que recoge sus ingresos, patrimonio, ahorros y deudas. Eso sí, es un formulario que carece de validez jurídica. Se presupone la buena fe de los parlamentarios, pero siempre hay errores.

En caso de Besteiro sea diputado raso, se le añadirán solo 303 euros en gastos de representación. Si fuera presidente de comisión serán 503 euros o 303 euros si es vicepresidente o secretario de una de ellas. En todo caso, las indemnizaciones por función no son compatibles entre sí.

Por otra parte, el escaño que falta ha terminado en manos de Democracia Ourensana del mediático Gonzalo Pérez Jácome, quien acumula un par de polémicas a sus espaldas como la cantidad de asesores contratados o su multa por exceso de velocidad en vehículo oficial, como hemos contado en este digital.

Los otros ‘tortazos’ electorales son para Vox, Podemos y Sumar, que ni siquiera han conseguido representación en el Parlamento autonómico. Para la líder de la última de las formaciones, la situación es compleja: Marta Lois abandonó el Congreso de los Diputados, donde era portavoz del grupo, para sumergirse en la campaña y ahora se ha quedado sin escaño. En la Cámara Baja dejó un sueldo de unos 6.095 euros al mes, más la indemnización de 2.018 euros libres de impuestos. No sabemos el próximo paso que le espera, ni si Yolanda Díaz tratara de ‘rescatarla’ para algún otro cargo político. Si hubiera conservado el escaño en la Carrera de San Jerónimo, en junio cobraría el doble con la paga extraordinaria: casi 12.200 euros brutos y unos 4.000 exentos de tributación. ¿Volverá a dar clase en la Universidad?-

Los escaños, clave para las subvenciones

Para los partidos políticos es muy importante tener unas cuentas saneadas para que puedan llevar a cabo sus respectivas tareas. Por ello, perciben diferentes subvenciones de las instituciones en las que se ubiquen. Así, el artículo 27 del Reglamento del Parlamento de Galicia señala que las formaciones con representación recibirán una subvención fija, idéntica para todos y una variable, que dependerá del número de escaños. En esta ocasión, cada grupo recibirá 9.971 euros al mes, tengan los representantes que tengan. Por cada miembro, se les embolsará otros 1.837 euros. Además, para afrontar los costes salariales y de la seguridad social derivados de la contratación de personal, existe la llamada “subvención finalista”, en la que se les remunera 70.782 euros, unos 5.898 euros cada mes.

En 2023, el Grupo Popular con 42 diputados recibió una subvención total de 1,1 millones de euros; el BNG, 609.282 euros con 19 actas y el PSdeG, 499.061 euros con 14 escaños.