“No voy a renunciar a la presidencia del Parlament”. Son palabras de este martes del actual presidente de la cámara autonómica balear. Está en juego un sueldo público jugoso durante tres años y medio más. Gabriel Le Senne afirma que“están intentando expulsarme, pero ahora con la ayuda de la dirección nacional de Vox y los servicios de la Cámara, a los que vamos a pedir informes, vamos a intentar frenarlo”.

El presidente se aferra al cargo (la expulsión de Vox viene por una crisis interna que no tiene autorización de la dirección nacional del partido). Le Senne espera una mayoría de la Mesa del Parlament para pedir esos informes y paralizar su cese como presidente. Eso sí, necesita el respaldo del PP y del PSOE. 

“El reglamento estaba pensado para un caso, el de Xelo Huertas con Podemos, que era exactamente lo contrario, porque expulsaba a una persona rebelde del partido. Aquí ocurre lo contrario, se está queriendo expulsar a los leales del partido, es una situación anómala”, argumenta Le Senne.

Vox pasa por horas bajas y, de nuevo, el escenario son las Islas Baleares. Y es que la ‘guerra’ que se inició con una crisis interna en la que el primer afectado fue el diputado Xisco Cardona, ahora ha estallado por los aires. Por una parte, los dos apartados por el grupo parlamentario, que son nada más ni nada menos que la presidenta del partido, Patricia de las Heras, y el presidente del Parlamento autonómico ya mencionado. La destitución debería producirse de forma automática, aunque desde la dirección nacional no quieren poner las cosas fáciles a los ‘rebeldes’ y pasarán a la batalla jurídica. En todo caso, si abandonan, ambos dejarán de cobrar sueldos públicos allí, a no ser que se pasen al grupo de ‘no adscritos’, como hizo el primer mencionado.

Gabriel Lessene.

Desde la cúpula de la formación en Madrid trataron de negar o intentar ocultar lo que ocurría ya en el pasado mes de octubre, pero esta vez han decidido y se han visto obligados a intervenir. Concretamente, para pedir la expulsión de los cinco diputados que se han quedado, por actuar “de manera unilateral” y sin informar a la dirección, según ha apuntado el secretario general de la formación, Ignacio Garriga. Dentro de este embrollo, Marga Prohens es la que tiene otro ‘papelón’, ya que su gobernabilidad en el territorio depende del pacto con el partido que lidera Santiago Abascal.

El Reglamento del Parlamento exige que para formar un grupo parlamentario deben formar parte de él al menos tres diputados. La expulsión de los cinco aún no se ha oficializado, por lo que, mientras el grupo de Vox siga existiendo como tal, recibirá la asignación económica que se destina a cada uno de ellos. Desde el año 2021, según lo que aparece en el Portal de Transparencia del organismo, la subvención fija por grupo es de 4.771 euros cada mes y una variable de 1.101 por cada diputado que haya en el mismo.

Los ‘apartados’

Una de las razones por las que el grupo autonómico ha rechazado a dos de sus compañeros es por la fidelidad de estos a la cúpula nacional. Para el puesto de presidente la asignación bruta anual es de 72.194 euros en 14 pagas, y según, lo publicado en el Portal de Transparencia de la institución, la mensualidad equivale a 5.156 euros. Cerca de 290.000 euros en cuatro años.

Por su parte, De las Heras, percibía una remuneración mensual de 4.476 euros por ubicarse en la categoría de “comisiones permanentes”, tal y como establece el Parlamento.

Precisamente, hace unas semanas, la Mesa había acordado una subida de las retribuciones de un 7’5%, el primer aumento que se produce desde el año 2020 y que afectará a las nóminas a partir de este momento. Por ejemplo, el sueldo del presidente de la institución pasaría a ser de unos 77.600 euros, casi como un ministro (79.600).

¿Qué perderían los expulsados?

Con la situación de crisis actual y las salidas y expulsiones de unos y otros, parece que todo puede abocar a la disolución del grupo parlamentario de Vox en el Parlamento de las Islas Baleares. No sería la primera vez para el partido que ya vivió algo similar en Murcia en octubre de 2022 con diputados ‘rebeldes’. Más recientemente, la provincia de Guadalajara fue otro escenario de las crisis internas de la formación ultraconservadora, con la dimisión de hasta tres concejales en diferentes localidades. Entre ellos, Javier Toquero, que fue el protagonista de una polémica, como contamos en este digital.

Por el momento, los cinco diputados baleares más críticos con la directiva nacional siguen con su misma condición y con su correspondiente escaño, hasta que se dé una decisión. De esta forma, como indica la información de la Cámara, Sergio Rodríguez, Manuela Cañadas, María José Verdú y Agustín Buades, seguirán teniendo una asignación de 4.476 euros al mes. La otra de la formación es Idoia Ribas que, como portavoz del grupo, cobra 67.532 euros. Es decir, 4.823 al mes.