Lamento y pido disculpas por haber retuiteado, de forma apresurada, un tuit que contenía términos absolutamente inadecuados. Tan pronto he sido consciente, lo he retirado

Lamentar, disculpar y borrar. Tres verbos que ya son un clásico en el manual de cómo gestionar una crisis reputacional cuando se mete la pata en las redes sociales. Antiguamente se asumía que el insulto o el lanzamiento de huevos estaba incluido en el sueldo público del político, pero los tiempos cambian, pero una cosa es que te lo diga la plebe, en la calle, y otra, que la descalificación proceda de otro cargo electo. 

La polémica ha acompañado a la diputada por Sumar Engracia Rivera en los últimos días, pero, por el momento, sigue en su cargo y no se espera ninguna decisión de dimisión. Antes de llegar al Congreso de los Diputados ocupaba el puesto de vocal del Tribunal Económico Administrativo del Ayuntamiento de Sevilla desde 2021. La sorpresa ha saltado al destaparse que durante todo 2023 no fue ni un solo día a trabajar. Sin embargo, seguía cobrando su correspondiente sueldo de 4.100 euros brutos al mes, tal y como publicó ABC.

Engracia Rivera (IU).

El propio alcalde de la ciudad andaluza, José Luis Sanz con un sueldo de 92.440 euros anuales, admitía esa semana que ella “trabajaba en el Ayuntamiento, pero no le poníamos ni la cara”. Su reacción ha sido afirmar que contaba con una baja médica por una rotura de tobillo. Lo llamativo es que, durante ese mismo año, recorrió la provincia sevillana para hacer campaña con Izquierda Unida de cara a las elecciones generales, según las imágenes que compartió ella misma en sus redes sociales.

Y estos mensajes, ya sean propios o de cuentas que uno sigue, le han vuelto a jugar una mala pasada al compartir un comentario en X (antes, Twitter) en el que se calificaba de “subnormal” al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. Las tensiones políticas suelen desatar este tipo de términos. Además, lo ha hecho en un día en el que se debatía en la Cámara Baja eliminar el término “disminuido” del artículo 49 de la Constitución Española. A pesar de haber publicado sus disculpas y haber retirado el mensaje, algunas voces del Partido Popular como Juan Bravo o Borja Sémper la han señalado e incluso Ana Alós ha pedido su dimisión en el hemiciclo “por coherencia”.

Rivera ocupa su escaño desde el pasado mes de agosto. Según el Régimen Económico de sus señorías, percibe la asignación constitucional básica de 3.142 euros al mes. A esto hay que añadir que, desde el mes de diciembre, ocupa varios cargos, como presidente, vicepresidenta y portavoz, en diferentes comisiones del Congreso que implican un complemento. Al no poder acumularlos, estará ingresando el de mayor cuantía: los 1.598 euros por gastos de representación por su presidencia en la Comisión Mixta para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En total, son 4.740 euros. No es todo porque al ser diputada por la circunscripción de Sevilla y, por tanto, distinta a Madrid, cobra la indemnización, libre de impuestos, de 2.018 euros.

En caso de mantener estos cargos, con una paga extraordinaria completa, cobrará el doble. Es decir, casi 9.500 euros al mes y más de 4.000 exentos de tributación en junio y diciembre.

24 años en política y funcionaria

Engracia Rivera Arias nació en 1971 en Sabadell (Barcelona). Es licenciada en Derecho y, además, funcionaria de carrera de la Agencia Estatal de Administración Tributaria. Lleva unos 24 años cobrando sueldos públicos en política, desde que en 1999 fuera elegida concejal en Barberá del Vallés (Barcelona) de Esquerra Unida i Alternativa. Después, en 2011 pasó a ser concejal de Izquierda Unida en Almensilla (Sevilla) hasta 2023, al mismo tiempo que era diputada provincial en la Diputación de Sevilla, pero en esta institución cesó en 2019. Ahora, vive su primera legislatura en el Congreso.

De su último cargo, ya mencionado, como vocal del Tribunal Económico Administrativo del Ayuntamiento de Sevilla, ha registrado unos salarios de 57.725 euros, según su última declaración de bienes y rentas presentada a la Cámara Baja. Por IRPF pagó en 2022 una cantidad de 11.723 euros. Además, sus cuentas de ahorro disponen de un saldo de 3.410 euros.

Por bienes, posee una vivienda pareada en Sevilla desde el año 2003. También tiene, por vehículos, un Dacia Logan de 2016, un Citroen C4 Coupe desde 2018 y un Citroen C3 Aircross, adquirido en marzo de 2023.

En lo que respecta a deudas, tiene un préstamo hipotecario concedido en 2004 por un importe de 130.000 euros y con un saldo pendiente de 20.875 euros. Además, tiene un préstamo personal de 2022 de 40.000 euros y del que le queda por pagar 38.560 euros. Rivera contribuye con aportación económica a la Fundación Memoria y Cultura, y a la asociación, Las Huellas de Bastet. Además, cuenta con su cuota de afiliación al Partido Comunista de España y a Izquierda Unida.