Ciudadanos en Andalucía plantea “racionalizar y ordenar” los salarios de diputados, consejeros y presidente
También proponen fiscalizar la contratación de asesores e impulsar el Estatuto del Alto Cargo
Durante décadas, nuestra Comunidad se ha visto lastrada de manera constante por portadas y noticias referidas a la corrupción que rodeaba al partido del gobierno socialista, sus principales figuras políticas y varios actores económicos, políticos y sociales. Los andaluces recibían injustas críticas por mor de una clase política indigna, que se aprovechaba de sus posiciones para lograr pingües beneficios, perpetuar sus posiciones de privilegio y extender redes clientelares. Ciudadanos llegó a la política con el objetivo de destejer la complicada madeja trazada, tanto aquí como en toda la política nacional, y restaurar el buen nombre de la política, persiguiendo y castigando a aquellos que defraudan el dinero de sus conciudadanos.
Así empieza uno de los bloques del programa electoral  de Ciudadanos a las elecciones de Andalucía del 19 de junio, el relacionado con “La Andalucía de las reformas, la Andalucía  libre de corrupción”. Durante los próximos días de campaña, desgranaremos el contenido de las propuestas del resto de los principales partidos políticos.
La formación liberal, en horas bajas desde mitad de legislatura, ha publicado este viernes su programa electoral. Hay un bloque sensible para Sueldos Públicos. Todo lo que tiene que ver con las retribuciones de los cargos públicos, la transparencia, la rendición de cuentas, la lucha contra la corrupción o el estatuto del alto cargo. El partido ‘naranja’ que lidera Juan Antonio Marín en esta región podría perder casi todo su capital, según las últimas encuestas. En la legislatura vencida tuvo 21 diputados, incluida la presidencia del Parlamento de Andalucía, con Marta Bosquet. Hasta ahora, estaba percibiendo, en los meses de paga extra, 6.400 euros netos y 2.000 euros libres de impuestos para gastos.
El candidato de Ciudadanos, Juan Marín.
La mayoría de estudios demoscópicos le otorgan menos de un cinco por ciento de porcentaje de voto válido y entre dos y cuatro escaños. Solo en el primer trimestre de este año, el grupo parlamentario percibió 514.479 euros de subvención para gastos de funcionamiento.
Son 171.493 euros mensuales. El año pasado, algo más de dos  millones para este cometido. Hace  unas semanas, en una entrevista en Antena 3, Marín reconocía que cobraba unos  58.000 euros brutos anuales (debe ser un error de la web), 3.747 euros netos al  mes. Sin embargo, la tabla de retribuciones de la Junta de Andalucía indica que  el vicepresidente cobra 68.150 euros en 2022.
Según  el Portal de Transparencia de la cámara autonómica, un total de ocho diputados ‘naranjas’  comunicaron 12.616 euros en gastos de formación en 2021. Además, en 2019, Juan Antonio  Marín percibió 1.500 euros en concepto de gastos de viajes.
 
Las principales propuestas de Ciudadanos en materia de transparencia y corrupción para Andalucía son, en ocasiones, buenos deseos, fantásticas intenciones y hasta una decidida voluntad política. Pero, como suele pasar en estos casos, todo puede quedarse en el papel, sin compromiso alguno. Y sin representación parlamentaria, nada de lo expuesto a continuación podrá llevarse a la práctica. Destacamos:
- Lograremos  la supresión de los aforamientos de diputados, miembros del Gobierno y del presidente,  paralizada por el final de la legislatura.
 
- Retomaremos  el impulso de reforma del Estatuto de Autonomía que permita garantizar la  limitación de mandatos del presidente de la Junta, en consonancia con nuestros  compromisos adquiridos con los votantes.
 
- Ampliaremos  las obligaciones de colaboración de las administraciones públicas con la  fiscalización de sus actuaciones, estableciendo la obligación de auditoría  anual ante la Cámara de Cuentas a todos los municipios de más de 50.000  habitantes, y habilitando la imposición de multas para aquellos que no rindan  cuentas.
- Reformaremos  la Cámara de Cuentas para reducir el número de consejeros a cinco, elegidos en  un procedimiento público y abierto de selección de candidatos y que acabe  contando con el respaldo de, al menos, tres quintas partes de los diputados del  Parlamento de Andalucía.
 
- Racionalizaremos  y ordenaremos los salarios de diputados, consejeros y presidente, instando al  Gobierno de España a hacer lo propio, con una completa fiscalización de gasto. (No detalla más la propuesta. No sabemos si eso significa reducir la asignación básica, suprimir la cantidad exenta de tributación para gastos (hasta 500 euros semanales dependiendo de la distancia), recortar los sueldos de los altos cargos de la Junta de Andalucía (hay gobiernos autonómicos con retribuciones mucho más elevadas que la de Juan Manuel Moreno Bonilla).
- Reformaremos  el sistema de nombramiento de consejeros en órganos de extracción  parlamentaria, todos ellos, para garantizar la despolitización, siguiendo el  mismo modelo con el que se ha procedido con la Cámara de Cuentas.
 
- Insistiremos  en la necesidad de evaluaciones y fiscalización constante, tanto de los  partidos políticos como del Gobierno de la Comunidad.
- Impulsaremos  el análisis objetivo de los programas políticos de los partidos concurrentes a  elecciones, evaluando sus memorias económicas, subidas y bajadas impositivas y  gastos propuestos.
- Realizaremos  una nueva evaluación de las entidades dispersas en la administración paralela  dejadas como legado por sucesivos gobiernos socialistas, para identificar todas  aquellas áreas que pueden ser suprimidas, eliminar duplicidades y reducir  ineficiencias. Es necesario que eliminemos todo vestigio de redes clientelares.
- Impulsaremos  el reglamento de desarrollo de la Ley de Transparencia, paralizado por la  convocatoria electoral, y que servirá para concretar y ampliar las obligaciones  de información por parte del Gobierno, organismos públicos y contratistas.
 
- Seremos  la mejor garantía de vigencia y continuación de la Ley de Lucha contra el Fraude y la Corrupción y la protección de las personas denunciantes, una de las  mayores conquistas en esta materia en España.
- Impulsaremos  la comisión de investigación de la Fundación Fondo Andaluz de Formación y  Empleo (Faffe), cuyo dictamen quedó en suspenso, habida cuenta de la  convocatoria electoral.
 
- Reformaremos  la ley electoral para caminar hacia un modelo más proporcional, que haga buena  la idea de “un andaluz, un voto”, sin importar sus circunstancias de  nacimiento.
 
- Garantizaremos  que los ciudadanos puedan elegir a todos sus representantes, desbloqueando las  listas electorales, para que los andaluces puedan decidir qué candidatos  quieren que les representen dentro de la candidatura que más les guste.
- En  el marco de esta reforma, haremos que sean obligatorios, por ley, al menos dos  debates electorales en cada campaña electoral, con la concurrencia de los  candidatos de todos los grupos parlamentarios con representación, sin descontar  posibles adiciones por mor de las circunstancias.
- Reforzaremos  el cumplimiento de la Ley de Lucha contra el Fraude y la Corrupción,  garantizando que aquellas personas condenadas por delitos de corrupción no solo  no puedan ocupar cargos públicos, sino que no puedan ir en listas electorales.
- Fiscalizaremos  la contratación de asesores y asistentes, de tal manera que la ciudadanía pueda  evaluar quiénes han sido contratados y qué funciones ocupan.
 
- Impulsaremos  el Estatuto del Alto Cargo, para garantizar que aquellos perfiles que deben ser  técnicos no se vean politizados por mor de la acción de los partidos políticos.
 
- Impulsaremos  un diálogo con otras Comunidades Autónomas, partidos nacionales y el Gobierno  de la nación para la extensión de estas medidas en todo el país, así como una  reforma de la Ley Electoral que garantice una mejor representación de la  voluntad de los ciudadanos en todo el territorio español, y no solo en algunos.
- Cumpliremos  con las recomendaciones de la AIReF, confiando en la misma para la evaluación  del grado de cumplimiento de los programas electorales.
- Impulsaremos el desarrollo de una Ley de Regulación de la actividad de los grupos de interés y “lobbies”, de tal manera que los ciudadanos puedan tener información actualizada y veraz para una mejor fiscalización de la actividad política.
 
             
					