Brahim Ghali es el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática desde 2016, un estado en el exilio durante más de 50 años

La Delegación del Frente Polisario para España afirma que los documentos de su financiación “no son públicos por razones de seguridad”

“De eso (transparencia) no tenemos, y menos ahora, que estamos en estado de guerra”


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"Cuando se declara la guerra, la verdad es la primera víctima", afirmó el político británico, Arthur Ponsoby. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) es un estado reconocido por 85 países, la mayoría africanos y latinoamericanos, aunque otras fuentes señalan que el reconocimiento apenas supera el medio centenar de estados. Sin embargo, otros siguen contemplando la soberanía de Marruecos sobre Sáhara Occidental. De hecho, hace una semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una declaración en la que se mostraba conforme sobre esta situación que comenzó en 1976. Con las fuentes oficiales publicadas actualmente, apenas tenemos información transparente sobre la gestión de esta república. ¿Cobra un sueldo su presidente o es un cargo honorífico sin compensación? ¿Y los ministros? ¿Tienen asesores? ¿Cuántos?


El Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro o Frente Polisario es un movimiento que trabaja por “continuar la lucha para la culminación de la soberanía de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) sobre la totalidad del territorio nacional”, según la Constitución del organismo. El pasado mes de noviembre, el secretario general y presidente de la RASD, Brahim Ghali, decretó el estado de guerra en el territorio, después de considerar que Marruecos había roto el alto al fuego que se firmó en 1991.


Al parecer, el 21 del mes pasado, varios activistas saharauis bloquearon una carretera en Guerguerat, cortando el paso entre Mauritania y el Sáhara Occidental. Para los saharauis, Rabat violó la resolución firmada con la ONU. A los pocos días, Marruecos envió tropas militares y se produjo un primer tiroteo entre ambos frentes.


Brahim Ghali

Brahim Ghali, presidente desde 2016.


La Comisión electoral nacional la conforman 2.470 congresistas. En 2016 se celebraron las últimas elecciones, en las que Ghali fue elegido por el 93,19% de los integrantes. Este es el tercer presidente de la república. El anterior fue Mohamed Abdelaziz, quien ocupó el cargo durante 40 años, hasta que falleció.


Por su parte, el jefe del Ejecutivo, el equivalente a nuestro presidente del Gobierno, es el primer ministro, Bucharaya Hamudi Beyun. Asumió el puesto en enero de 2020, aunque ya lo hizo en dos ocasiones con anterioridad, entre 1993 y 1995 y 1999 y 2003. El primer ministro es designado por el presidente. No se elige por sufragio universal. En este caso, ha habido seis primeros ministros desde 1976. La función de este es presidir el Consejo de Gobierno y ejercer de consejero del jefe del Estado.


Sobre la transparencia de esta organización, no hemos encontrado dato alguno sobre cuentas, sueldos, declaraciones de bienes o presupuestos. Este digital se ha puesto en contacto con la Delegación del Frente Polisario para España (DFPE) y, a preguntas sobre cómo y dónde podemos obtener documentos publicados sobre las retribuciones de los políticos o las cuentas públicas, la respuesta de un representante de la Delegación ha sido: “de eso [transparencia] no tenemos, y menos ahora, que estamos en estado de guerra”. “Los documentos de financiación no son públicos por razones de seguridad”, ha añadido.


En una entrevista realizada por InfoLibre en 2013 al entonces delegado del Frente Polisario, Bucgaraya Beyun, este afirmó sobre la financiación que “el poco dinero” que recibían provenía de “partidos y países amigos”, como Venezuela, Sudáfrica o Argelia, entre otros. Sobre la democracia dentro del movimiento, declaró que esta era plena porque cualquier congresista podía expresar su opinión “sin miedo a temer nada”. 


Respecto a las relaciones con España, el pasado mes de noviembre, el representante de la DFPE, Abdulah Arabi, afirmó en una entrevista para EFE que “de España no esperamos nada, simplemente que no nos haga más daño del que nos ha hecho”. Además, afirmó que no recibían el apoyo de los países occidentales por el “chantaje que hace Marruecos con la inmigración, la pesca, la seguridad, la droga”.


Arabi es licenciado en Relaciones Políticas Internacionales por el Instituto Internacional de Relaciones Internacionales (ISRI) de la Habana (Cuba). Su carrera laboral se ha desarrollado al completo en la DFPE con la que ha estado como delegado en la Comunidad de Madrid, el País Vasco, Cataluña y, Castilla y León. No hay rastro alguno de fuentes que corroboren que ha trabajado en la empresa privada.


La DFPE tiene delegaciones por toda España (Bilbao, Madrid, Barcelona, Valencia, Vigo, Murcia, Sevilla, Las Palmas de Gran Canaria y Málaga), Portugal, Francia e Italia. Por otro lado, La RASD fue miembro de la Organización para la Unidad Africana, y es miembro fundador de la Unión Africana (sucesora de la OUA).


La mayoría de la población saharaui se encuentra en los campos de refugiados de la provincia de Tinduf (Argelia). Según la fuente que se consulte, la cifra de puede rondar las 100.000 personas.


Toda una vida en el Frente Polisario

Brahim Ghali nació en 1949 (71 años) en el entonces Sáhara Español. En los 60 con las Tropas Nómadas (regimiento auxiliar del Ejército español) realizó trabajos de administración. En 1969, junto con Mohamed Sidi Brahim creó el Movimiento Nacional de Liberación Saharahui y a principios de los 70 fue encarcelado varias veces por su participación en manifestaciones.


En 1973 fundó el Frente Polisario. Dos años después, con la liberación del Sáhara por parte de España, se esperaba que este se reconociera como país independiente. Sin embargo, los españoles lo entregaron a Marruecos. Durante el gobierno en el exilio ha ocupado cargos como el Ministerio de Defensa (1979-1989), Comandancia de la Segunda Región Militar (1989-1991), la representación del DFPE (1991-2009) y ha sido embajador saharaui en Argelia (2009-2015). 


Hace, al menos cuatro años, empezó a tener problemas con la justicia. A Ghali se le acusa en España de presuntos delitos de asesinato, daños, detención ilegal, terrorismo, torturas y desapariciones y esto le ha impedido asistir a eventos y reuniones en nuestro país para no ser detenido.


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