UPyD, Izquierda Unida y Compromís, los 'alumnos' aventajados

El bipartidismo suspende el test de transparencia

Con frecuencia, los partidos políticos se muestran como paladines de la ética y el cumplimiento estricto del ordenamiento político. Sin embargo, a día de hoy, constituyen uno de los sectores más opacos de la sociedad.

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Cuadro 2
Los partidos nacionalistas conservadores (PNV y CiU) también suspenden en transparencia.
Con frecuencia, los partidos políticos se muestran como paladines de la ética y el cumplimiento estricto del ordenamiento político. Sin embargo, a día de hoy, constituyen uno de los sectores más opacos de la sociedad. En sus programas electorales defienden la imparcialidad, le meritocracia y el esfuerzo como valores cruciales para la designación de los candidatos y los cargos o autoridades públicas. Por desgracia, y a pesar de haber transcurrido un año del que posiblemente sea el mayor caso de corrupción política de nuestro país, los partidos políticos siguen sin cumplir con una serie de normas éticas y de buen gobierno.


Los casos de Bárcenas (PP), Amy Martín (PSOE) y Pallerols (UDC) han terminado de apurar la poca credibilidad de la sociedad en los partidos políticos. De acuerdo con el último barómetro del CIS de abril de 2013, la corrupción y el fraude son ya la segunda preocupación de los españoles (39,3 %), solo por detrás del paro (80,7%).


Conscientes de ello, la Fundación Compromiso y Transparencia acaba de publicar por segundo año el informe “Transparencia, el mejor eslogan 2012”, donde se analiza la transparencia en la web de los partidos políticos y las fundaciones de los mismos. Para llevar a cabo este análisis la Fundación se ha basado en la medición y evaluación de una serie de indicadores: programa, gobierno, estructura directiva o información económica.


Del informe se extraen importantes conclusiones sobre la transparencia de todos los partidos políticos representados en la X Legislatura del Congreso de los Diputados, esto es:

  • La información contenida en las webs de los partidos políticos está orientada a transmitir los contenidos ideológicos y captar simpatizantes, ignorando los aspectos más relacionados con la rendición de cuentas de las actividades y los resultados de la organización.
  • El porcentaje de partidos que incluyen un código de buen gobierno entre sus normas de funcionamiento ha aumentado, aun así tan sólo son el 22% de los partidos del Congreso de los Diputados.
  • El área examinada más opaca es la relativa a la información sobre el cumplimiento de los programas electorales de los partidos. Ningún partido publica en su web un informe que rinda cuentas sobre los objetivos alcanzados.
  • La información sobre las personas que ocupan puestos de responsabilidad dentro de los partidos o cargos electos sigue siendo muy escasa. En la mayoría de los casos se echa en falta información relativa a la cualificación profesional y académica de los mismos.
  • Resulta curioso que ningún partido ofrezca o publique el número de afiliados y simpatizantes que posee.
  • El porcentaje de partidos que proporciona información económica a través de sus webs ha aumentado con referencia al informe del año pasado: PP, IU UPyD y CCO han publicado sus estados financieros del último año.
  • El nivel de transparencia de las fundaciones políticas es muy bajo. En este sentido, la mejor valorada por el informe es la Fundación FAES (PP), con una puntuación de 11 sobre 15 puntos seguida de cerca por la Fundación IDEAS (PSOE) con una puntuación de 9 sobre 15 puntos.

En conclusión, el informe realiza, ponderando todos los indicadores, un ranking de los partidos más transparentes. Así, los partidos mayoritarios (PP y PSOE) no aprueban el test de transparencia, obteniendo una puntuación de 8 y 9 puntos  sobre 24. A la cabeza se sitúa la formación de Rosa Díez (UPyD) obteniendo un notable bajo (16 puntos sobre 24). De cerca le sigue Izquierda Unida, con una puntuación de 13/24 puntos y la formación valenciana Compromís, con la misma puntuación.


Examinado este informe, no nos queda más que solicitar, reclamar y reivindicar que sean los propios partidos políticos los que se impregnen de los valores éticos, meritorios y transparentes que en muchas ocasiones se nos exigen a los ciudadanos. Sólo con la perspectiva de crear una mejor sociedad seremos capaces de enfrentarnos a las amenazas y debilidades del actual sistema político español.