Las CCAA han tenido que castigar la inversión y el gasto corriente para controlar el déficit

La deuda complica el ajuste autonómico: el gasto crece un 20 por ciento en 2013

Las comunidades autónomas dedicaron 761 millones de euros para el pago de los intereses de la deuda en los dos primeros meses del año.

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Deuda Pública
La deuda pública española suma casi 16 millones de euros cada hora.
Las comunidades autónomas dedicaron 761 millones de euros para el pago de los intereses de la deuda en los dos primeros meses del año. Según los datos del Ministerio de Hacienda, a pesar de las medidas tomadas por el Ejecutivo para contener el coste de financiación autonómico, el importe ha aumentado un 20 por ciento respecto al año pasado.

El incremento está en línea con lo previsto por los gobiernos autonómicos, que han reservado 8.235 millones de euros para este concepto, un importe un 20,7 por ciento superior al presupuestado para 2012.

Este fuerte aumento del gasto en intereses contrasta con la caída que sufren otras partidas. En concreto, dos de ellas están asumiendo el grueso del ajuste: los pagos en bienes y servicios (gastos corrientes), que descienden más de un 20 por ciento en el primer bimestre de 2013 y la inversión, que se ha llevado un tijeretazo del 48 por ciento hasta febrero.

Pese a los ajustes en estas partidas, las autonomías tienen en el gasto en personal uno de sus problemas más serios a la hora de reducir el déficit. Según los datos de Hacienda, casi la mitad de los pagos realizados en enero y febrero por los gobiernos autonómicos correspondió a los sueldos y salarios de su personal, a pesar de que la partida ha bajado casi un cinco por ciento.

Bajadas en ingresos y gastos

En total, las autonomías han comprometido gastos por valor de 16.674 millones de euros en los dos primeros meses del año, lo que supone un descenso del 11,67 por ciento. 

En el lado de los ingresos, las cosas van peor para cumplir con el objetivo de déficit, que, si no hay cambios, es del 0,7 por ciento del PIB este año. En los dos primeros meses, la recaudación bajó un 10 por ciento, debido fundamentalmente a dos factores: la caída de los ingresos por IRPF y el descenso de las transferencias por parte del Gobierno central, que este año está tardando más en liberar los fondos para las autonomías.

Ambas bajadas no se han compensado por la subida de la recaudación por IVA, que sube casi un 10 por ciento debido a los tipos más altos que se han aplicado este año frente al principio de 2012.