La formación conservadora tiene más de 22.700 alcaldes y concejales, la mayoría solo cobra dietas de asistencia

Miles de cargos electos y asesores honrados del PP perderán su empleo y sueldo por la corrupción de su propio partido

El principal problema de los españoles no es el paro, según el CIS. Empieza a ser el PP. Y por culpa de unos pocos, miles de cargos electos y personal de cofianza no revalidarán su puesto en los próximos comicios.


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El principal problema de los españoles no es el paro, según el CIS. Empieza a ser el PP. Y la corrupción de “10 o 15 casos aislados”, como dice Mariano Rajoy está provocando una sangría de votos que se traducirá, dentro de unos meses, en una pérdida descomunal de ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos, parlamentos regionales y no se sabe cuándo, un buen puñado de escaños en el Congreso y en el Senado. 


Las últimas encuestas de intención de voto apuntan a esa dirección. Y toda esa pérdida de poder acabará traducida en personas, la mayoría honradas, con historias personales de por medio, que cobran un sueldo público, pagan facturas, tienen cargas familiares y algunos donan una parte de su salario al partido. No sabemos cuánto porque el PP sigue negándose a revelar este dato.


PP plaza toros


Si los sondeos demoscópicos pintan regular, el panorama judicial que se le avecina al partido de la gaviota es desolador. Todavía quedan más asuntos de la Gürtel por salir. Y luego están los papeles secretos de Bárcenas. Lo de los sobresueldos. Y en 'Génova' tiemblan por si el extesorero tira todavía más de la manta porque su mujer también ha sido condenada. 


Y en medio de todo este fango, hay miles de alcaldes y concejales del PP que siguen dándolo todo por su pueblo, que cobran a penas unos cientos de euros por plenos y comisiones y que restan horas de su descanso, ocio y familia para atender a sus vecinos. Es a ellos a los que la sentencia de Gürtel los 'sentencia' con fecha de caducidad. El año que viene hay elecciones autonómicas, locales y europeas. Lo veremos. Y en 2020 o incluso este año, Generales.


Apretarse el cinturón

El Partido Popular, que debía más de 36 millones a los bancos al cierre de 2016, tiene unos 22.750 alcaldes y concejales. Pero la 'esperanza de la vida política' de miles de ellos mengua por momentos. Aunque siempre hay que tener la maleta hecha si uno es cargo electo, la dificultad para conservar mayorías absolutas con el espectro ideológico actual en España fuerza a PP y PSOE a reducir sus estructuras, sus aparatos, sus plantillas, sus subvenciones, su cuota de poder y cobrar menos sueldos públicos. Los socialistas ya lo hicieron en 2016 tras cosechar el peor resultado de su historia y el PP también se apretó el cinturón: despido de asesores y empleados de toda la vida, cambio de sedes a locales más pequeños y económicos, actos y eventos más austeros, apariencia de más transparencia... Pero las cosas se retuercen todavía más.


Muchos de los 22 mil y pico alcaldes y concejales del PP cobran un sueldo público a tiempo completo o parcial que les permite vivir con holgura, con ingresos por encima del salario medio en España que es de unos 23.000 euros anuales. Eso sí, la mayoría solo percibe dietas de asistencia dado el minifundismo municipal de España. En nuestro país hay 8.124 municipios y 4.955 tiene menos de 1.000 habitantes. El PP también tiene 17 representantes en las Juntas Generales del País Vasco; 331 diputados autonómicos; 137 diputados en el Congreso; 147 senadores y 16 eurodiputados en el Parlamento Europeo. Estas cifras representan el 'poder' electoral del PP. Son sus cargos de elección directa.


Y no olvides el tema de los asesores/asistentes/cargos de confianza/eventuales/cargos de libre designación/nombrados a dedo. Por ejemplo, en el Congreso, el PP tiene a 103 asistentes. Su Grupo percibe 28.597 euros al mes y 1.645 euros mensuales por cada diputado. En el Senado dispone de los servicios de 14 asistentes. En este caso, la Cámara Alta solo ofrece una cantidad global de subvención. El Grupo Popular percibe 259.372 euros al mes y 6.839 euros mensuales para “gastos de locomoción”.


Todas estas cifras que lees no las puede revalidad el PP en los próximos dos años. Al menos, eso dicen las encuestas. El partido de Rajoy sigue desangrándose y Gürtel, Zaplana, Cifuentes, Camps, González, Lezo, Púnica y otros tantos asuntos turbios seguirán sin poder tapar el caso de los ERE del PSOE. La condena a Bárcenas y su mujer no ayudan a taponar la hemorragia del PP.


¿Y qué pasa con los asesores en los gobiernos regionales, diputaciones y alcaldías? En este sentido, lo básico en una consejería es un jefe de Gabinete y un Jefe de Prensa. Pero luego hay departamentos, como los de Presidencia, que acumulan más cargos de confianza y la lista engorda a medida que se acercan las elecciones. 


En este sentido, hace unos meses, Transparencia Internacional advirtió que en España sobran enchufados. Sueldos Públicos les puso nombre: 'almorzadores'. Asesores que no asesoran en nada, almuerzan, leen el periódico, hacen dos llamadas telefónicas, media nota de prensa y a casa. En las diputaciones se dan con frecuencia este tipo de perfiles. Son miembros del partido que no han obtenido escaño o acta de concejal y el partido les compensa por los servicios prestados.


Los diputados provinciales son de elección indirecta, una reminiscencia del franquismo que todavía perdura. El PP tiene 415, aunque la cifra ya sabes que baila durante el mandato por las expulsiones al Grupo de los No Adscritos o Mixto. Además, la formación conservadora gobierna en Madrid, Castilla y León, Galicia, La Rioja y Murcia. Las encuestas vaticinan una debacle que beneficia a Ciudadanos. Pues bien, hasta que eso pase, el PP tiene otro puñado de presidentes autonómicos, vicepresidentes, consejeros, viceconsejeros y directores generales cuyo nombramiento es por libre designación. A eso súmale también la ristra de empresas públicas locales, provinciales y autonómicas cuyos gerentes o directores son colocados por el gobierno de turno.


Y por último, la Administración General del Estado. Si el PP pierde La Moncloa, unos 630 altos cargos cesan, muchos de ellos son cienmileuristas y cobran más que Rajoy. Piensa en delegados del Gobierno, secretarios de Estado, subsecretarios de Estado, directores generales, jefes de Gabinete, gerentes de empresas públicas, responsables de decenas de puertos marítimos...


En definitiva, el que sea funcionario y esté en excedencia o en servicios especiales tiene las espaldas cubiertas porque si cesa o no sale reelegido vuelve a su puesto. El que no, pero tenga recursos y ánimo de montar un negocio, recuperar el que tenía o sabe que lo ficha una empresa privada -ojo con las puertas giratorias- saldrá del paso.


Pero ¡ay! de aquellos que lleven décadas en el partido, procedentes de las secciones juveniles, con una licenciatura sin estrenar en el ámbito privado, que solo han vivido mayorías absolutas y abundancia y no han hecho otra cosa que reírle las gracias al de arriba. Esos, los que solo acumulan años de cotización en la Seguridad Social por cargos electos o de confianza, acabarán en la cola del paro si no empiezan a labrarse un futuro laboral alejado de la política. Hay una alternativa, muy vieja. Y está ocurriendo. Darse de baja en el PP a la espera de subirse al carro ganador, si dejan.


Imagen: (PP). Rajoy, con Ana Mato, Alfonso Rus, Pedro Agramunt y Federico Trillo, entre otros, en un mítin del PP en la Plaza de Toros de Valencia